jueves, 6 de septiembre de 2012

ÑuÑuficha nº8 - Amamantamiento y Ovulación.



PARA LOS QUE BUSCAN,
PARA LOS QUE NO BUSCAN…

AMAMANTAMIENTO Y OVULACIÓN.


A igual manera que ñuñu defiende el insuperable vínculo madre-hijo a través de la defensa del amamantamiento, también quiere defender el profundo vínculo que une a los padres, haciendo conocer la oportunidad de una intimidad plena sin riesgo de procreación que ofrece el amamantar y el intenso contacto de caricias y ternuras. Para ello sea lo más seguro posible, la mujer deberá conocer su cuerpo y sus variaciones, y observar cuidadosamente sus sensaciones y lubricaciones vulgares que podrá verla en ocasiones pero siempre sentirá su presencia que comprobará con sus dedos al recogerlo pasando su dedo entre los labios vulgares, especialmente luego de las actividades femeninas diarias, mucho tiempo paradas.
También les advertimos sobre dos temporadas en que la posibilidad de fecundación aumenta: al final del período (del 35 al 45 día de tu bebé) y al tercer mes de edad del hijo.
Para todo ello, lean lo que sigue, que lo hemos preparado para ustedes.


REGULACIÓN NATURAL DE LA NATALIDAD, INSTRUCCIONES PARA LA APLICACIÓN DEL METODO BILLINGS.

El Método Billings se basa en que la mujer puede interpretar determinados cambios que se producen en su sensación vulvo vaginal durante el ciclo y de esta manera identificar los días fértiles e infértiles. Supera al método de la temperatura basal en cuanto da elementos para determinar no sólo el final de la etapa fértil, sino también su comienzo abreviando los días de abstención requeridos para evitar la fecundación por este método, a más determina ovulaciones extemporaneas.
Toda mujer, desde su pubertad y hasta la menopausia, se encuentra en su edad reproductiva cíclica. Esto significa que desde la primera hasta la última de sus menstruaciones, tiene capacidad de procrear.
Esta capacidad de procreación no es durante todo el ciclo menstrual sino sólo en un máximo de 100 hrs por ciclo dado que un óvulo fértil tiene esa vida y es excepcional el caso de 2 ovulaciones por ciclo. Ej: los viajes de tiempo prologado.
Podemos dividir al ciclo femenino en cuatro fases para la mejor comprensión del método.

PRIMERA FASE: Menstrual o de sangrado.
Llamamos primer día del ciclo al primer día de menstruación. Esta fase se prolonga hasta que termina el sangrado.

SEGUNDA FASE: Preovulatoria o días secos.
Se extiende desde el final de la menstruación hasta la aparición de moco o la sensación de lubricación. Esta fase es infértil. No hay posibilidad de embarazo. Hay sensación de sequedad en la vagina. El número de tales días es variable en cada ciclo: pueden ser mucho en un ciclo largo o pocos o ninguno en un ciclo corto.

TERCERA FASE: Ovulatoria o días húmedos.
Al terminar la sensación de sequedad empieza la sensación lubricativa o la aparición del moco vulvo vaginal. Si no ocurren días secos después de la menstruación, el moco ya ha empezado. En los primeros 2 o 3 días de moco vulvo vaginal, éste es turbio y de consistencia pegajosa, o sólo se nota una sensación lubricativa. Este flujo marca la iniciación de los días húmedos y la posibilidad del comienzo del embarazo. Por lo tanto desde esta fase debe mantenerse abstención sexual o barrera de profiláctico o diafragma si tienes experiencia en el. En pocos días el moco puede adquirir como características ser resbaloso, transparente, similar a la clara de huevo y da una sensación de lubricación alrededor de la vulva y vagina o cuando se lo toma entre los dedos. Cuando se alcanza la “cúspide” de los días húmedos, el moco se hace aún más resbaloso y lubricante, generalmente este día coincide con la ovulación o la antecede 24 horas. Luego el moco vuelve a ser blanco, grumoso y pegajoso, y lo más importante desaparece la sensación lubricante. Las relaciones también en estos días pueden producir una gestación: por lo tanto la abstención debe mantenerse hasta que vuelvan los “días secos”.
El moco y lubricación prolonga la vida de los espermatozoides. La fertilización puede ocurrir si hay contacto sexual durante los días de flujo vaginal antes de la ovulación.
Los días 1, 2 y 3 después del día “cumbre” son fértiles, y la pareja debe evitar la penetración en la relación sexual de no desear procrear.

CUARTA FASE: Postovulatoria o días secos.
Comienza con la desaparición del moco algunas veces y siempre dando sensación de sequedad alrededor de la vagina. Hay más o menos 14 días entre el día “cumbre” y la próxima menstruación. Los últimos días infértiles empiezan el día cuarto después del día “cumbre”. Si hay sensación de moco durante los días siguientes al día “cumbre” el flujo se torna más amarillento o turbio o pegajoso, con disminución de la cantidad y no es lubricante.
Al sobrevenir nuevamente la menstruación, comienza otro ciclo y se repiten fases anteriormente descriptas.

EL MÉTODO DE OVULACIÓN EN CRIAR AMAMANTANDO
Cuando nace un niño la naturaleza trata de asegurarle su bienestar por medio de varios mecanismos naturales. Por el instinto maternal, la madre protege al niño. El padre, por su instinto conyugal y paternal, protege a ambos. Son tan fuertes estos instintos en el padre que su instinto sexual se encuentra apaciguado en los primeros 40 días o hasta que la pareja decida. Los procesos anímicos por lo que atraviesa la madre van dirigidos a la protección de su bebé y a proporcionarle bienestar. Su leche, considerado el alimento perfecto, la produce la madre para responder al deseo de alimentarse del bebé. Esto provoca una respuesta, un reflejo que abarca el cerebro y las glándulas endocrinas de la madre, en tal forma, que mientras se produce la leche, las hormonas responsables de estimular la ovulación, se anulan.
Este estado de cosas puede perdurar por un período variable de tiempo, hay mensaje de hijo vivo. La ausencia de ovulación depende de múltiples factores tales como delgadez y obesidad de la madre, modos de crianza que intiman aumentando la información sensorial de hijo vivo o alejan corporalmente madre del hijo, los pechos de la mujer aumentan de tamaño durante el embarazo por influencia de las hormonas derivadas principalmente de la placenta. Ocurrido el nacimiento del niño, la alimentación materna estimula la glándula pituitaria provocando la producción de dos hormonas: la prolactina que origina la secreción láctea y la oxitocina contra las infecciones.
El frecuente amamantamiento en respuesta para la alimentación del niño y posee también sustancias (anticuerpos) protectores contra las infecciones.
La leche materna está idealmente formada para la alimentación del niño es un beneficio afectivo para la madre y para su cría, al tiempo que retrasa el retorno de la ovulación asegurando el aplazamiento de otro embarazo mientras dure el tiempo de la crianza materna en amamantamiento. En nuestra cultura “occidental” cubre el tiempo de evolución de la cría humana anticipada dos años en su parición continuada evolutivamente como criatura (cría en cultura), como niño, como escolar, puber, adolescente, joven y adulto. En diferentes culturas, la de los invits (esquimales) se prolonga 12 años y entre los africanos “qu” y otros son amamantados cada hora, como anticonceptivos. Los varones de etnias niponas 5 años, en los que ingresan a instituciones alejadas de sus madres.
Nuestros medios urbanos y también rurales se producen amamantamientos prolongados de hasta 5 años o más, que solo provocan indicaciones de las pseudociencias ante la sexualidad humana de este hecho.
Cuando una madre alimenta plenamente a libre demanda de día y de noche sin agregar ningún alimento con tal de que la intensidad del amamantamiento y vínculo sea intenso con ternura y caricias resultará muy improbable la ovulación en los primeros tres meses.
Es innecesario o indeseable para el bebé mismo, administrarle alimentos sólidos demasiado pronto y en cantidad considerable, ya que esto da por resultado que se le suministre al bebé un tipo de alimento menos favorable para él que la leche materna (mientras menos mame el bebé, menos se estimulan las glándulas mamarias, menor es la producción de leche en la mama, resultando un destete prematuro y finalmente la recuperación de la fertilidad). Los bebes no necesitan comer para nutrirse, lo que necesitan es aprender a comer en la mesa y con otros a medida que evoluciona del mascar al masticar y de este al tragar y masticar, todo ello después de los seis meses.
Las hormonas que son segregadas por los ovarios cuando éstos entran en actividad antes de la ovulación, son responsables de estimular las glándulas cervicales del útero, el moco que producen las glándulas vulgares más la sensación lubricativa reflejará el nivel de estas hormonas, y por lo tanto, indicará el estado de fertilidad o esterilidad. Este estado puede variar por un amamantamiento más frecuente, así el moco disminuye en cantidad, y regresa al tipo estéril (pegajoso, escamoso) o definitivamente se seca, a medida que aumenta la cantidad de leche en la madre.
El moco post-natal (“lochia”) disminuye gradualmente para cesar a las pocas semanas.
Si continúa el amamantamiento, siempre como respuesta a las necesidades de la cría, la ovulación puede continuar en suspenso durante bastantes meses. Al principio el flujo post natal tiende a reemplazarse por días secos o por días con un mínimo de moco con características completamente distintas del que se presenta en los días fértiles. Se trata de un moco pegadizo, escamoso, sin la elasticidad y consistencia resbaladiza del moco fértil y al que en ocasiones se describe como “lechoso”, si bien la cantidad es pequeña. A medida que pasa el tiempo se observan mayor número de días con secreción mucosa y lubricación con giro ocasional del moco hacia las características del tipo “fértil”. El cambio que se produzca hacia tales características está indicando que se debe considerar al contacto sexual como fértil hasta tres días después que hayan reaparecido las características más comunes del “moco fértil”.
Un considerable aumento de la cantidad de moco puede ser el preludio del retorno a la fertilidad, si bien un incremento en el amamantamiento ocasionará con frecuencia una nueva disminución del moco y quizá hasta su total desaparición durante algún tiempo, continuando así la infertilidad.
El control de la fertilidad depende de la habilidad para interpretar a tu cuerpo, la sensación de lubricación y la observación del moco, se logra efectuando las observaciones precisas del moco y sintiendo lo que pasa en tu cuerpo, así se adquirirá confianza para aplicar las normas, es de mucho valor la ayuda que puede prestar una mujer que haya adquirido experiencia en esto.
Al volver la fertilidad, se produce un patrón básico que se puede reconocer según las variaciones de cada mujer. La ovulación puede preceder al primer período o quizá se presenten algunos ciclos anovulatorios (sin ovulación) antes de que la ovulación ocurra.
A parte del aumento referido en la cantidad de moco, el retorno a la ovulación puede estar indicando rara vez con anterioridad por la disminución de la cantidad de leche materna por la aparición de un período menstrual. Algunas veces la primera ovulación después de un nacimiento se produce sin que se haya dado un período reciente. Pero bien sea que la ovulación se produzca antes o después de la primera menstruación, siempre será precedida y acompañada por el característico síntoma de lubricación. Nunca será necesario destetar al niño para seguir el “Método de la Ovulación” puesto que el síntoma del moco y lubricación siempre avisa de la posible fertilidad. La naturaleza brinda la posibilidad de espaciar los nacimientos por medio del amamantamiento y la indicación de fertilidad que muestre el moco cervical. En consecuencia, estos dos procesos naturales se complementan mutuamente. Si la madre no alimenta al niño o lo hace durante menos de tres meses la fertilidad se recuperará antes y no ha de suponerse que la infertilidad se extienda más allá de las seis semanas siguientes al nacimiento. Algunas mujeres ovular sin ver el moco visible. Siempre se deberá hacer hincapié en que se percaten de la “sensación de la lubricación” y que será muy importante que aprendan a sentir esta sensación, ya que lo peor que le puede pasar es ovular sin percatarse de ello o como una medida de precaución en la mayoría de los casos es aconsejable considerar la relación sexual como fértil cuando disminuye en algo el volumen de leche. Es de observarse que otras situaciones provocan diferentes tipos de flujo, por ej.: pantalones de calce ajustado y situaciones emocionales de índole afectivo sexual.
Durante el tiempo de un destete lento, se ha observado que los niveles de estrógeno fluctuaban y esto se ha reflejado en los cambios de aspecto del moco cervical, el cual se convierte en tipo fértil. Esto puede ocurrir repetidas veces antes de que se presente la ovulación. Se consideran fértiles las relaciones sexuales en esa situación. Cuando hace aparición el moco de tipo fértil es recomendable considerar fértiles las relaciones sexuales hasta que se pueda establecer que el período de posible fertilidad haya pasado seguramente.
Una ovulación fértil puede preceder a la primera menstruación después del parto. Esto es muy frecuente que se presente cuando el amamantamiento repentinamente o en forma espontánea decline, o por el contrario, se impone repentinamente. El comportamiento del bebé es una guía infalible para percatarse de ello, ya que se muestra inquieto.
Este es el punto en que se deben considerar fértiles las relaciones sexuales, hasta que se pueda obtener un cuadro ovulatorio claro.
A los tres meses del nacimiento puede aparecer moco o la sensación de lubricación, o el sangrado – si no se detectó la sensación lubricativa en su momento.
Como en cualquier circunstancia en que está ausente la ovulación durante algún tiempo, se debe tener cuidado en evitar el contacto sexual, siempre que se observe el moco con características de fertibilidad, siempre que haya habido una hemorragia y siempre que se produzcan 3 o más días sucesivos con moco (a menos que la mujer sepa por experiencia que el tal moco es de tipo infértil).
Los cuidados en el contacto sexual deberán extenderse hasta el 4º día después del cese de cualquiera de estos indicadores de posible fertilidad. Una frecuencia de amamantamiento superior al normal puede disminuir así la cantidad de moco y retrasar la vuelta a la fertilidad.

Colofón: El Método Billings tiene la misma eficacia que las píldoras, un 99%, y la misma causa de fracaso que con ellas: olvidar de tomarla un día, olvidarse un día de controlar moco y lubricación.

Epílogo: La primera “explosión demográfica” babyboom, ocurrió en el quinquenio 1945/50, no sólo por los festejos del fin de guerra, sino por la pérdida de la cultura del amamantamiento provocado por asumir las muges trabajos industriales de la guerra y otros, lo que imponía la imposición del biberón, mantenido luego a través del tiempo y hasta el presente por los intereses espurios de las corporaciones nutrofarmaceuticos.

Actualizaciones:
·  Dr. Jorge W. Díaz Walker.
·  Dra. Adriana J. Foguelman.

BIBLIOGRAFÍA:
1.     Regulación Natural de la Natalidad Dr. John Billings. Edit. Sal Tarrae.
2.     Atlas del Método de la Ovulación. El período seguro basado en el sistema mucoso. Publicaciones Paulina.
3.     CENAPLANF. Centro Nacional de Planificación Natural de la Familia. Montevideo, Uruguay.
4.     FECIC. Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Misereor. Buenos Aires.
5.     Fundamento del Método de la Ovulación. Dr. John Billings. Ed. Paulina.

Nuevos conocimientos surgen constantemente autores y editores se han esforzado que los claros al momento de la publicación sean precisos, sin embargo ante la posibilidad de humanos errores y cambios en los conocimientos, deberá consultarse constantemente a las fuentes de información.
Las mamás de ñuñu agradecen el envío de toda información en esto y otros temas vinculados a la crianza en amamantamiento.

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