PARA LOS QUE BUSCAN,
PARA LOS QUE NO BUSCAN…
AMAMANTAMIENTO
Y OVULACIÓN.
A igual
manera que ñuñu defiende el insuperable vínculo madre-hijo a través de la
defensa del amamantamiento, también quiere defender el profundo vínculo que une
a los padres, haciendo conocer la oportunidad de una intimidad plena sin riesgo
de procreación que ofrece el amamantar y el intenso contacto de caricias y
ternuras. Para ello sea lo más seguro posible, la mujer deberá conocer su
cuerpo y sus variaciones, y observar cuidadosamente sus sensaciones y
lubricaciones vulgares que podrá verla en ocasiones pero siempre sentirá su
presencia que comprobará con sus dedos al recogerlo pasando su dedo entre los
labios vulgares, especialmente luego de las actividades femeninas diarias, mucho
tiempo paradas.
También les
advertimos sobre dos temporadas en que la posibilidad de fecundación aumenta:
al final del período (del 35 al 45 día de tu bebé) y al tercer mes de edad del
hijo.
Para todo
ello, lean lo que sigue, que lo hemos preparado para ustedes.
REGULACIÓN
NATURAL DE LA NATALIDAD ,
INSTRUCCIONES PARA LA APLICACIÓN DEL
METODO BILLINGS.
El Método
Billings se basa en que la mujer puede interpretar determinados cambios que se
producen en su sensación vulvo vaginal durante el ciclo y de esta manera
identificar los días fértiles e infértiles. Supera al método de la temperatura
basal en cuanto da elementos para determinar no sólo el final de la etapa
fértil, sino también su comienzo abreviando los días de abstención requeridos
para evitar la fecundación por este método, a más determina ovulaciones
extemporaneas.
Toda mujer,
desde su pubertad y hasta la menopausia, se encuentra en su edad reproductiva
cíclica. Esto significa que desde la primera hasta la última de sus
menstruaciones, tiene capacidad de procrear.
Esta
capacidad de procreación no es durante todo el ciclo menstrual sino sólo en un
máximo de 100 hrs por ciclo dado que un óvulo fértil tiene esa vida y es
excepcional el caso de 2 ovulaciones por ciclo. Ej: los viajes de tiempo prologado.
Podemos
dividir al ciclo femenino en cuatro fases para la mejor comprensión del método.
PRIMERA
FASE: Menstrual o de sangrado.
Llamamos
primer día del ciclo al primer día de menstruación. Esta fase se prolonga hasta
que termina el sangrado.
SEGUNDA FASE:
Preovulatoria o días secos.
Se extiende
desde el final de la menstruación hasta la aparición de moco o la sensación de
lubricación. Esta fase es infértil. No hay posibilidad de embarazo. Hay
sensación de sequedad en la vagina. El número de tales días es variable en cada
ciclo: pueden ser mucho en un ciclo largo o pocos o ninguno en un ciclo corto.
TERCERA
FASE: Ovulatoria o días húmedos.
Al terminar
la sensación de sequedad empieza la sensación lubricativa o la aparición del
moco vulvo vaginal. Si no ocurren días secos después de la menstruación, el
moco ya ha empezado. En los primeros 2 o 3 días de moco vulvo vaginal, éste es
turbio y de consistencia pegajosa, o sólo se nota una sensación lubricativa.
Este flujo marca la iniciación de los días húmedos y la posibilidad del
comienzo del embarazo. Por lo tanto desde esta fase debe mantenerse abstención
sexual o barrera de profiláctico o diafragma si tienes experiencia en el. En
pocos días el moco puede adquirir como características ser resbaloso, transparente,
similar a la clara de huevo y da una sensación de lubricación alrededor de la
vulva y vagina o cuando se lo toma entre los dedos. Cuando se alcanza la
“cúspide” de los días húmedos, el moco se hace aún más resbaloso y lubricante,
generalmente este día coincide con la ovulación o la antecede 24 horas. Luego
el moco vuelve a ser blanco, grumoso y pegajoso, y lo más importante desaparece
la sensación lubricante. Las relaciones también en estos días pueden producir
una gestación: por lo tanto la abstención debe mantenerse hasta que vuelvan los
“días secos”.
El moco y
lubricación prolonga la vida de los espermatozoides. La fertilización puede
ocurrir si hay contacto sexual durante los días de flujo vaginal antes de la
ovulación.
Los días 1,
2 y 3 después del día “cumbre” son fértiles, y la pareja debe evitar la
penetración en la relación sexual de no desear procrear.
CUARTA
FASE: Postovulatoria o días secos.
Comienza
con la desaparición del moco algunas veces y siempre dando sensación de
sequedad alrededor de la vagina. Hay más o menos 14 días entre el día “cumbre”
y la próxima menstruación. Los últimos días infértiles empiezan el día cuarto
después del día “cumbre”. Si hay sensación de moco durante los días siguientes
al día “cumbre” el flujo se torna más amarillento o turbio o pegajoso, con
disminución de la cantidad y no es lubricante.
Al
sobrevenir nuevamente la menstruación, comienza otro ciclo y se repiten fases
anteriormente descriptas.
EL MÉTODO
DE OVULACIÓN EN CRIAR AMAMANTANDO
Cuando nace
un niño la naturaleza trata de asegurarle su bienestar por medio de varios
mecanismos naturales. Por el instinto maternal, la madre protege al niño. El
padre, por su instinto conyugal y paternal, protege a ambos. Son tan fuertes
estos instintos en el padre que su instinto sexual se encuentra apaciguado en
los primeros 40 días o hasta que la pareja decida. Los procesos anímicos por lo
que atraviesa la madre van dirigidos a la protección de su bebé y a
proporcionarle bienestar. Su leche, considerado el alimento perfecto, la
produce la madre para responder al deseo de alimentarse del bebé. Esto provoca
una respuesta, un reflejo que abarca el cerebro y las glándulas endocrinas de
la madre, en tal forma, que mientras se produce la leche, las hormonas
responsables de estimular la ovulación, se anulan.
Este estado
de cosas puede perdurar por un período variable de tiempo, hay mensaje de hijo
vivo. La ausencia de ovulación depende de múltiples factores tales como
delgadez y obesidad de la madre, modos de crianza que intiman aumentando la
información sensorial de hijo vivo o alejan corporalmente madre del hijo, los
pechos de la mujer aumentan de tamaño durante el embarazo por influencia de las
hormonas derivadas principalmente de la placenta. Ocurrido el nacimiento del
niño, la alimentación materna estimula la glándula pituitaria provocando la
producción de dos hormonas: la prolactina que origina la secreción láctea y la
oxitocina contra las infecciones.
El
frecuente amamantamiento en respuesta para la alimentación del niño y posee
también sustancias (anticuerpos) protectores contra las infecciones.
La leche
materna está idealmente formada para la alimentación del niño es un beneficio
afectivo para la madre y para su cría, al tiempo que retrasa el retorno de la
ovulación asegurando el aplazamiento de otro embarazo mientras dure el tiempo
de la crianza materna en amamantamiento. En nuestra cultura “occidental” cubre
el tiempo de evolución de la cría humana anticipada dos años en su parición
continuada evolutivamente como criatura (cría en cultura), como niño, como
escolar, puber, adolescente, joven y adulto. En diferentes culturas, la de los
invits (esquimales) se prolonga 12 años y entre los africanos “qu” y otros son
amamantados cada hora, como anticonceptivos. Los varones de etnias niponas 5
años, en los que ingresan a instituciones alejadas de sus madres.
Nuestros
medios urbanos y también rurales se producen amamantamientos prolongados de
hasta 5 años o más, que solo provocan indicaciones de las pseudociencias ante
la sexualidad humana de este hecho.
Cuando una
madre alimenta plenamente a libre demanda de día y de noche sin agregar ningún
alimento con tal de que la intensidad del amamantamiento y vínculo sea intenso
con ternura y caricias resultará muy improbable la ovulación en los primeros
tres meses.
Es
innecesario o indeseable para el bebé mismo, administrarle alimentos sólidos
demasiado pronto y en cantidad considerable, ya que esto da por resultado que se
le suministre al bebé un tipo de alimento menos favorable para él que la leche
materna (mientras menos mame el bebé, menos se estimulan las glándulas
mamarias, menor es la producción de leche en la mama, resultando un destete
prematuro y finalmente la recuperación de la fertilidad). Los bebes no
necesitan comer para nutrirse, lo que necesitan es aprender a comer en la mesa
y con otros a medida que evoluciona del mascar al masticar y de este al tragar
y masticar, todo ello después de los seis meses.
Las
hormonas que son segregadas por los ovarios cuando éstos entran en actividad
antes de la ovulación, son responsables de estimular las glándulas cervicales
del útero, el moco que producen las glándulas vulgares más la sensación
lubricativa reflejará el nivel de estas hormonas, y por lo tanto, indicará el
estado de fertilidad o esterilidad. Este estado puede variar por un
amamantamiento más frecuente, así el moco disminuye en cantidad, y regresa al
tipo estéril (pegajoso, escamoso) o definitivamente se seca, a medida que
aumenta la cantidad de leche en la madre.
El moco
post-natal (“lochia”) disminuye gradualmente para cesar a las pocas semanas.
Si continúa
el amamantamiento, siempre como respuesta a las necesidades de la cría, la
ovulación puede continuar en suspenso durante bastantes meses. Al principio el
flujo post natal tiende a reemplazarse por días secos o por días con un mínimo
de moco con características completamente distintas del que se presenta en los
días fértiles. Se trata de un moco pegadizo, escamoso, sin la elasticidad y
consistencia resbaladiza del moco fértil y al que en ocasiones se describe como
“lechoso”, si bien la cantidad es pequeña. A medida que pasa el tiempo se
observan mayor número de días con secreción mucosa y lubricación con giro
ocasional del moco hacia las características del tipo “fértil”. El cambio que
se produzca hacia tales características está indicando que se debe considerar
al contacto sexual como fértil hasta tres días después que hayan reaparecido
las características más comunes del “moco fértil”.
Un
considerable aumento de la cantidad de moco puede ser el preludio del retorno a
la fertilidad, si bien un incremento en el amamantamiento ocasionará con
frecuencia una nueva disminución del moco y quizá hasta su total desaparición
durante algún tiempo, continuando así la infertilidad.
El control de
la fertilidad depende de la habilidad para interpretar a tu cuerpo, la
sensación de lubricación y la observación del moco, se logra efectuando las
observaciones precisas del moco y sintiendo lo que pasa en tu cuerpo, así se
adquirirá confianza para aplicar las normas, es de mucho valor la ayuda que
puede prestar una mujer que haya adquirido experiencia en esto.
Al volver
la fertilidad, se produce un patrón básico que se puede reconocer según las
variaciones de cada mujer. La ovulación puede preceder al primer período o
quizá se presenten algunos ciclos anovulatorios (sin ovulación) antes de que la
ovulación ocurra.
A parte del
aumento referido en la cantidad de moco, el retorno a la ovulación puede estar
indicando rara vez con anterioridad por la disminución de la cantidad de leche
materna por la aparición de un período menstrual. Algunas veces la primera
ovulación después de un nacimiento se produce sin que se haya dado un período
reciente. Pero bien sea que la ovulación se produzca antes o después de la primera
menstruación, siempre será precedida y acompañada por el característico síntoma
de lubricación. Nunca será necesario destetar al niño para seguir el “Método de
la Ovulación ”
puesto que el síntoma del moco y lubricación siempre avisa de la posible fertilidad.
La naturaleza brinda la posibilidad de espaciar los nacimientos por medio del
amamantamiento y la indicación de fertilidad que muestre el moco cervical. En
consecuencia, estos dos procesos naturales se complementan mutuamente. Si la
madre no alimenta al niño o lo hace durante menos de tres meses la fertilidad
se recuperará antes y no ha de suponerse que la infertilidad se extienda más
allá de las seis semanas siguientes al nacimiento. Algunas mujeres ovular sin
ver el moco visible. Siempre se deberá hacer hincapié en que se percaten de la
“sensación de la lubricación” y que será muy importante que aprendan a sentir
esta sensación, ya que lo peor que le puede pasar es ovular sin percatarse de
ello o como una medida de precaución en la mayoría de los casos es aconsejable
considerar la relación sexual como fértil cuando disminuye en algo el volumen
de leche. Es de observarse que otras situaciones provocan diferentes tipos de
flujo, por ej.: pantalones de calce ajustado y situaciones emocionales de índole
afectivo sexual.
Durante el
tiempo de un destete lento, se ha observado que los niveles de estrógeno
fluctuaban y esto se ha reflejado en los cambios de aspecto del moco cervical,
el cual se convierte en tipo fértil. Esto puede ocurrir repetidas veces antes
de que se presente la ovulación. Se consideran fértiles las relaciones sexuales
en esa situación. Cuando hace aparición el moco de tipo fértil es recomendable
considerar fértiles las relaciones sexuales hasta que se pueda establecer que
el período de posible fertilidad haya pasado seguramente.
Una
ovulación fértil puede preceder a la primera menstruación después del parto.
Esto es muy frecuente que se presente cuando el amamantamiento repentinamente o
en forma espontánea decline, o por el contrario, se impone repentinamente. El
comportamiento del bebé es una guía infalible para percatarse de ello, ya que
se muestra inquieto.
Este es el
punto en que se deben considerar fértiles las relaciones sexuales, hasta que se
pueda obtener un cuadro ovulatorio claro.
A los tres
meses del nacimiento puede aparecer moco o la sensación de lubricación, o el
sangrado – si no se detectó la sensación lubricativa en su momento.
Como en
cualquier circunstancia en que está ausente la ovulación durante algún tiempo,
se debe tener cuidado en evitar el contacto sexual, siempre que se observe el
moco con características de fertibilidad, siempre que haya habido una
hemorragia y siempre que se produzcan 3 o más días sucesivos con moco (a menos
que la mujer sepa por experiencia que el tal moco es de tipo infértil).
Los
cuidados en el contacto sexual deberán extenderse hasta el 4º día después del
cese de cualquiera de estos indicadores de posible fertilidad. Una frecuencia
de amamantamiento superior al normal puede disminuir así la cantidad de moco y
retrasar la vuelta a la fertilidad.
Colofón: El
Método Billings tiene la misma eficacia que las píldoras, un 99%, y la misma
causa de fracaso que con ellas: olvidar de tomarla un día, olvidarse un día de
controlar moco y lubricación.
Epílogo: La
primera “explosión demográfica” babyboom, ocurrió en el quinquenio 1945/50, no
sólo por los festejos del fin de guerra, sino por la pérdida de la cultura del
amamantamiento provocado por asumir las muges trabajos industriales de la
guerra y otros, lo que imponía la imposición del biberón, mantenido luego a
través del tiempo y hasta el presente por los intereses espurios de las
corporaciones nutrofarmaceuticos.
Actualizaciones:
· Dr. Jorge W.
Díaz Walker.
· Dra. Adriana J.
Foguelman.
BIBLIOGRAFÍA:
1. Regulación Natural de la Natalidad Dr. John Billings.
Edit. Sal Tarrae.
2. Atlas del Método de la Ovulación. El período seguro
basado en el sistema mucoso. Publicaciones Paulina.
3. CENAPLANF. Centro Nacional de
Planificación Natural de la Familia.
Montevideo , Uruguay.
4. FECIC. Fundación para la Educación , la Ciencia y la Cultura. Misereor.
Buenos Aires.
5. Fundamento del Método de la Ovulación. Dr.
John Billings. Ed. Paulina.
Nuevos
conocimientos surgen constantemente autores y editores se han esforzado que los
claros al momento de la publicación sean precisos, sin embargo ante la
posibilidad de humanos errores y cambios en los conocimientos, deberá
consultarse constantemente a las fuentes de información.
Las mamás
de ñuñu agradecen el envío de toda información en esto y otros temas vinculados
a la crianza en amamantamiento.
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