Una de las recomendaciones que creo
que se debería generalizar y ofrecer tanto a las mujeres que están embarazadas
como a las mujeres que acaban de tener un bebé es la de acudir
a un grupo de lactancia, ya sea uno creado por madres que
amamantan o han amamantado, que normalmente son asesoras de lactancia
tituladas, ya sea uno creado por los profesionales de un centro sanitario.
Lo creo porque la información es
poder, y lo que una mujer puede recibir en estos talleres es eso,información, para luego tener las
herramientas suficientes para actuar, buscar ayuda o lo que haga falta. Prueba
de ello es que un estudio reciente demuestra que acudir
a estos grupos de lactancia puede recudir a la mitad las visitas por
enfermedades en las consultas de pediatría.
El estudio lo han llevado a cabo
responsables del taller de lactancia materna del centro de salud Fuente de San
Luis de Valencia, que además han constatado que con la información
que reciben se asegura la continuidad de la lactancia y se evitan abandonos no
deseados (por la
madre).
Para hacer el estudio decidieron
comparar la frecuencia de visitas por enfermedad en las consultas de pediatría
de los lactantes cuyas madres habían acudido al taller de lactancia con la de
una muestra aleatoria de niños de la misma edad cuyas madres no habían ido
nunca.
En palabras de sus autoras:
Lo más llamativo del estudio fue que
los niños que habían venido al taller de lactancia materna acudieron una media
de 6,9 veces en un año a la consulta de su pediatra por algún problema de
salud, mientras que en los que nunca pasaron por el taller esta media subía
hasta 12,06 veces al año, casi el doble.
La razón de ello proviene de dos
grandes beneficios, uno que los bebés de esas madres son amamantados durante
más tiempo que los bebés de madres que no reciben ese apoyo (y ya se sabe que
los bebés que maman menos tiempo tienen más riesgo de
padecer infecciones) y otro, quizás más importante en este asunto
(es mi percepción), que las madres que acuden a estos grupos tienen más
seguridad en lo que hacen y en sus capacidades a la hora de cuidar a sus hijos.
Maite Hernández, pediatra del
mencionado centro, cuyo taller de lactancia tiene cada año más madres
asistentes, comenta lo siguiente:
El amamantamiento es el patrón de
oro de la alimentación del lactante y el niño pequeño. Pero en una sociedad
como la nuestra en la que hemos perdido la cultura de la lactancia, las madres
que amamantan a menudo no reciben el apoyo necesario y, cuando surge algún
problema, no tienen a quién consultar. La pérdida de lactancias es un problema
de Salud Pública que iniciativas como ésta pueden paliar.
Así que ya sabéis, si queréis
recibir información, si queréis tener poder de decisión, si queréis saber
cuáles son algunos de los problemas que podéis tener cuando seáis madres o si
queréis solventar algunos que se están presentando ahora que ya lo sois, no
dudéis en buscar un
grupo de lactancia, sobretodo porque no es una charla, no es un
lugar donde escuchar el “ladrillo” y quedarte con cuatro cosas, sino porque es
un lugar al que acudir cada semana y donde el mayor apoyo proviene muchas veces
de otras madres que han vivido lo mismo, y la experiencia puede ser a veces más valiosa que la
teoría.
Desde Jorge Washington Diaz Walker
Vicente Lopez, Florida, Febrero 2014
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