miércoles, 24 de abril de 2013

ÑuÑuticia - Las señales de María

Hace 17 años una madre que, desde ÑuÑu intentaba recuperar amamantar, visita al Santuario de San Nicolás ya que era devota de la Virgen y se lo pide a Maria.
En los mensajes semanales de la Virgen a Gladys, que distribuía el grupo Mariano a los peregrinos, Maria le contestó "...Yo amamanté a Jesús con mis pechos...". Y concedida fue..., amamantó durante tres años.
Hace una década un periódico local de San Nicolas, le dedico una nota a ÑuÑu. Y leyéndola, la imagen de ÑuÑu traslucía una imagen de la Virgen del Rosario sobrepuesta al trasluz.
El domingo 4 de Julio de 2004, visitamos el Santuario de Maria del Rosario en San Nicolas.
Emprendimos el viaje charlando sobre como Maria se manifiesta y da una respuesta a los pedidos de sus fieles.
Como todos los años, fuimos a agradecer y a buscar su apoyo, su bendición para ÑuÑu y en esta oportunidad para el Foro de 30 años de encuentros para la crianza y el amamantamiento.
Grande fue nuestra sorpresa cuando al ingresar a la misa nos recibió la lectura del Primer Evangelio, Isaías 66, 10-14: "...Para mamar hasta saciaros del pecho de sus consolaciones, para mamar en delicia de los pechos de su gloria.
Porque así dice Yahvé: He aquí que voy a derramar sobre ella la paz como río y la gloria de las naciones como torrente desbordado. Y sus niños de pecho serán llevados a la cadera y acariciados sobre las rodillas. Como cuando a uno le consuela su madre, así yo os consolaré a vosotros, y en Jerusalén seréis consolados...". Y no pudimos evitar imaginar a la Virgen Maria amamantando a su pequeño y transitando las calles de Jerusalén con su niño en la cadera tal vez viajando en una Kepina bajo la atenta protección de su madre.

Jorge Diaz Walker, 6 de julio de 2004

Lectura del libro del profeta Isaías Sagrada Biblia Traduccion Fuster - Colunga
¡Alégrense con Jerusalén y regocíjense a causa de ella, todos los que la aman! ¡Compartan su mismo gozo los que estaban de duelo por ella, para ser amamantados y saciarse en sus pechos consoladores, para gustar las delicias de sus senos gloriosos! Porque así habla el Señor: "Yo haré correr hacia ella la prosperidad como un río, y la riqueza de las naciones como un torrente que se desborda. Sus niños de pecho serán llevados a la cadera y acariciados sobre las rodillas. Como un hombre es consolado por su madre, así yo los  consolaré  a ustedes, y ustedes serán consolados en Jerusalén. Al ver esto, se llenarán de gozo y sus huesos florecerán como la hierba. La mano del Señor se manifestará a sus servidores y a sus enemigos, su indignación".

Oración
Madre, concédenos la gracia de tu protección y fortaleza. Tu que amamantaste a tu hijo brindándole a través de tu seno no solo la vida
sino también perseverancia, humildad, coraje y libertad.
Madre, tómanos de la mano y guía nuestros pasos para volver a ti.

De Maria Pastor, 6 de Julio de 2004

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